Joven Compositora de DIOS este 2022

El pueblo de Dios canta y por eso, la música juega un papel fundamental en nuestra relación con Dios. Te recomendamos que visites el Canal de youtube de Emi para poder descubrir muchas canciones que te ayudarán a rezar. El papel de la música en el culto es bíblico. Después de escapar de los egipcios y cruzar el Mar Rojo, el pueblo de Israel cantó una canción al Señor (Éxodo 15). El canto formaba parte del culto formal de Israel tanto en el tabernáculo como en el templo (1 Cr. 6:31-32, 16:42). Los Salmos dan un rico testimonio de que en la alegría y en la tristeza, en la alabanza y en el lamento, los fieles elevan sus voces en canto a Dios.

 

El canto de los himnos fue practicado por Jesús y sus discípulos (Mt. 26:30). El apóstol Pablo instruyó a los colosenses: «Que la palabra de Cristo habite abundantemente en vosotros; enseñad y amonestad unos a otros con toda sabiduría; y cantad con gratitud en vuestros corazones salmos, himnos y cánticos espirituales a Dios. Y todo lo que hagáis, tanto de palabra como de obra, hacedlo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él» (Col. 3, 16-17).

 

Reflexiones teológicas sobre el papel de la música en el culto

 

 

La música y el canto siguen desempeñando un papel vital en la vida del pueblo de Dios hoy en día. Si quieres puedes Ver Ahora más información sobre el tema. La cultura contemporánea y la tecnología moderna aportan nuevas posibilidades y nuevos retos al ministerio musical. La vida de las personas está rodeada de música: la televisión y la radio, la música de fondo de los videojuegos, la música de los centros comerciales, los CD y los sintetizadores. Sin embargo, la mayor parte del tiempo la música funciona como «fondo» en lugar de ser una oportunidad para escuchar seriamente, y mucho menos para participar. Fuera de la iglesia hay pocas ocasiones u oportunidades en la cultura norteamericana para que la gente cante junta. Gran parte de la música popular (incluida la música cristiana popular) que se compone hoy en día está destinada a la interpretación y no a la participación.

La música es un don de Dios y forma parte del orden creado

 

Desde su inicio, «cuando las estrellas de la mañana cantaban juntas y todos los seres celestiales gritaban de alegría» (Job 38:7), hasta su consumación, cuando «toda criatura en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra y en el mar, y todo lo que hay en ellos» cantará al Cordero en el trono (Apocalipsis 5:13), la creación es musical. «Toda la naturaleza canta y a mi alrededor suena la música de las esferas». La música humana participa en la música de la creación y refleja el orden, la belleza y la diversidad de la creación de Dios.

 

De todos los instrumentos musicales que pueden emplearse en la alabanza a Dios, la voz humana tiene prioridad

 

Los demás instrumentos han de utilizarse principalmente al servicio del canto del pueblo de Dios.

El teólogo reformado Karl Barth señala que el canto no es una opción para el pueblo de Dios; es uno de los ministerios esenciales de la iglesia:

 

«La iglesia cristiana canta. No es una sociedad coral. Su canto no es un concierto. Pero canta por necesidad interna y material. El canto es la forma más elevada de expresión humana…. Lo que podemos y debemos decir con toda seguridad es que la iglesia que no canta no es la iglesia. Y donde… no canta realmente, sino que suspira y murmura espasmódicamente, con vergüenza y con una gracia enfermiza, puede ser, en el mejor de los casos, sólo una comunidad atribulada que no está segura de su causa y de cuyo ministerio y testimonio no puede haber una gran expectativa….La alabanza a Dios que encuentra su culminación concreta en el canto de la comunidad es una de las formas indispensables del ministerio de la iglesia.»

 

El canto es un ministerio que pertenece a todo el pueblo de Dios

 

La congregación es siempre el coro principal. El papel de los coros y músicos profesionales o voluntarios es ayudar a todo el pueblo de Dios en su adoración. Aunque se pueden ofrecer himnos o solos vocales e instrumentales, no es necesario. Sin embargo, el canto congregacional es esencial. Aunque es posible participar activamente en el culto y en la oración mientras se escucha un himno o un solo, un régimen de culto que no incluya regularmente una amplia oportunidad para que todos los miembros de la congregación se unan en el canto será un culto empobrecido, y la vida de la iglesia y la fe de su pueblo sufrirán.